15 CONSEJOS PARA CUIDAR EL MEDIO AMBIENTE
Cuidar el medio ambiente es algo que está en manos de todos y por eso debemos hacer todo lo posible por cuidar el mundo en el que vivimos.
Cuidar el medio ambiente es algo que está en manos de todos y por eso debemos hacer todo lo posible por cuidar el mundo en el que vivimos, porque cuidando nuestro planeta nos estamos cuidando a nosotros mismos.
Es mucho lo que podemos hacer para mejorar nuestra calidad de vida, para vivir en armonía con el resto de las especies, para asegurar los recursos del planeta para nuestra generación y las venideras. Juntos, poniendo de nuestra parte, podemos hacer del mundo un lugar mejor.
Cuidar el medio ambiente es algo que está en manos de todos y por eso debemos hacer todo lo posible por cuidar el mundo en el que vivimos, porque cuidando nuestro planeta nos estamos cuidando a nosotros mismos.
Es mucho lo que podemos hacer para mejorar nuestra calidad de vida, para vivir en armonía con el resto de las especies, para asegurar los recursos del planeta para nuestra generación y las venideras. Juntos, poniendo de nuestra parte, podemos hacer del mundo un lugar mejor.
A continuación te ofrecemos 15 consejos fáciles de poner en práctica sobre cómo podemos colaborar para cuidar el medio ambiente:
¿Qué puedo hacer para cuidar el medio ambiente?
Antes de comprar algo, debemos preguntarnos si realmente lo necesitamos o si es un capricho del que nos olvidaremos y no volveremos a utilizar. Además de ahorrar dinero, contribuiremos a reducir la sobreproducción si sólo compramos lo que necesitamos.
Antes de tirar algo, debemos preguntarnos si podemos reutilizarlo, reciclarlo o repararlo (las famosas 3R). Si no nos es útil, puede serlo para otra persona o alguien puede repararlo, así que vale la pena pensarlo antes de tirarlo.
Debemos desenchufar todos los aparatos eléctricos que no estemos utilizando. Mantener los electrodomésticos y otros equipos enchufados a la red eléctrica es un gasto innecesario. Pueden gastar hasta un 33% de energía, lo cual es mucho, aunque parezca imposible. Dejarlos enchufados les permite seguir derrochando luz.
Utilizar bombillas LED, además de que duran mucho más que una bombilla convencional, incluso fluorescentes, supone un gasto mucho menor, lo que ayuda a nuestra economía y al medio ambiente. Recuerda reciclarlas adecuadamente cuando dejen de funcionar.
No utilices aerosoles con CFC, ya que destruyen la capa de ozono y contribuyen al efecto invernadero. Sustitúyelos por sprays, que además son recargables.
Sustituye los productos químicos de limpieza por otros naturales, ya que son muy perjudiciales para el medio ambiente y casi todas nuestras casas se pueden limpiar con jabón, bicarbonato, vinagre y limón. Tu piel también te lo agradecerá. Así que evita la lejía, los limpiadores de hornos, suelos, cristales, etc. Existe una alternativa más natural y respetuosa con el medio ambiente para cada uno de estos productos.
Nunca tires productos tóxicos, pintura o aceite usado por el desagüe o el inodoro, ya que contaminan mucho. Pregunta a tu ayuntamiento o compañía de aguas cómo debes reciclarlos. Además, el aceite se puede reciclar haciendo jabón en pastilla y tiene muchos usos.
Evita los alimentos poco saludables o precocinados. Aparte de que contienen muchos aditivos, conservantes, colorantes, etc., están sobre envasados, lo que significa que no son seguros para el consumo. Están sobre envasados, es decir, se utilizan más envases de los necesarios para envasarlos. Todos suelen acabar en el suelo, en el bosque o en el mar, donde se acumulan los residuos y perjudican a los animales. Es mejor utilizar productos naturales, de temporada y de producción local, de KM 0 si es posible, lo que reducirá costes, emisiones de C02 al medio ambiente y mucho más.
Guarda los alimentos en cuencos, tarros o tapas de cristal reutilizables, en lugar de utilizar envoltorios de plástico o papel de aluminio.
Intente utilizar el coche lo menos posible. Si vas a trabajar y no puedes utilizar el transporte público, intenta compartir coche con varios trabajadores. Si no, utiliza la bicicleta, el autobús, el metro u otra alternativa más respetuosa con el medio ambiente. Es una forma de contribuir a tu salud y a la de tu empresa.
Utiliza envases de vidrio en lugar de botellas de plástico, especialmente botellas de agua. En lugar de comprar latas de cerveza, por ejemplo, compra botellas, se pueden reciclar. Las latas contaminan mucho.
Cuando nos lavemos los dientes, nos afeitemos o estemos en el baño, deberíamos cerrar el grifo. Así ahorraremos mucha agua. También debemos intentar pasar el menor tiempo posible en la ducha.
Instalar un sistema de doble descarga en el inodoro para no malgastar tanta agua. Cada vez que tiramos de la cadena, gastamos 10 litros de agua, pero no siempre es necesario utilizar tantos litros.
Antes de poner una lavadora, asegúrate de meter la mayor cantidad de ropa posible. Así ahorrarás agua, detergente y suavizante, además de electricidad.
Da prioridad a los productos de calidad y certificados. Estos productos respetarán las normas de producción, el medio ambiente y habrán contaminado menos durante el proceso de creación. Además, si son de buena calidad, durarán mucho más y tendremos que comprarlos con menos frecuencia.
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